Prueba superada

Suelto todo el aire de mis pulmones y mi nueva inspiración está llena de aire puro. Todos mis miedos han caído dentro de un cofre, está cerrado con llave y me la he tragado.

Seguiré caminando con la cabeza alta, la mirada fuerte y otra experiencia para seguir curtiendo mi alma. No olvidar lo importante que es hacer frente a lo supuestamente imposible para vencerlo.

Sangraré, pero mis heridas se cerrarán y las cicatrices sirven para nunca olvidar que un día sufrí y pasó.

Ahora me gustaría decir…

 

Tengo tanto en mi vida que me hace tan feliz.

Me siento tan afortunada…

Observo mi alrededor y veo el mar cada día, gotas de lluvia recorren mi cuerpo casi a diario, sonrisas de niños me arrancan sonrisas y el amor inunda mi ser.

-Soy tan feliz… no puedo pedir más en esta vida, aunque nunca dejaré de luchar por subir escalones, pero … estoy tan plena.

-Lo veo en tus ojos. Transmites todo lo que llevas dentro.

-Ahora me  gustaría decir que tengo las dos cosas que no se pueden pagar con dinero: el amor y la salud. (sonrío… porque el sarcasmo siempre ayuda) Pero no importa, puedo con todo, ya verás.

-Eres de las personas más fuertes que he conocido nunca. Todo va a ir bien.

Y me abraza y me siento una niña pequeña arropada en unos brazos grandes y fuertes, segura; los relojes se paran y te creo. Todo va a ir bien.

Y algún día, algunos de los sueños se cumplirán, y tocaré esta pieza y viviré cada nota pensando que habré realizado algo que siempre tuve en mente.

Los límites los pone tu mente… sigue las pistas y encontrarás el camino…

 

Y me cuenta…

Y me cuenta que anda enamorada, que canta locamente y siente por dentro el ardor.

Que esto se le ha ido de las manos y no le importa, que no tiene esperanzas de un futuro cercano juntos y que tan siquiera le ha tocado las manos.

Y las palabras le brotan instantáneamente y todas las canciones le recuerdan a él. Que no es nuevo en su vida, pero ahora es el momento en que todo ha fluido.

Espero el momento de sentarme a tu lado, en ese sitio que es tan nuestro, de cada domingo y escuchar todos los detalles, ver como tus ojos brillan y sentir tu felicidad.

Te imagino cantando esto…

SIN MIEDO

Si nunca sentí el miedo al papel en blanco es porque nunca cogí el bolígrafo sin algo en mente.

Siempre tuve la sensación de que este mundo no era para mi; que «algo» se había equivocado. Ahora, después de más de una década preguntándome ese porqué descubro que estoy aquí para descubrirlo.

  • Oliendo la mar
  • Caminando
  • Durmiendo

  • Bailando
  • Amando
  • Abriendo los ojos cuando antes estaban entornados
  • Besando

  • Disfrutando de la naturaleza
  • Apreciando la soledad
  • Viviendo

Verónica

Verónica. Y mis ojos se abrieron. No podía creerlo. Y repitió mi nombre. En dos segundos el mundo giró 360º y nada había más importante.

Soy consciente de que los regalos son los que no se pueden comprar, que la verdadera felicidad es la que viene a nosotros a cambio de nada pero esto ha superado con creces cualquier cosa que pudiese imaginar. Soy tan afortunada.

 Este «movimiento» ha hecho crecer mi alma; verme a mi misma desde otra perspectiva, sentir que soy más fuerte de lo que creía, por dentro y por fuera. Este ciclo ha puesto en funcionamiento todo lo que tenía en mente y   regalado una felicidad que me empuja a seguir con mis sueños, porque pueden llamarme atrevida, descarada incluso loca; y me lo tomaré en el mejor de los sentidos. Porque mi personalidad me ha traído hasta aquí.

 Puede que sea otro ciclo más, de los muchos que llevo os simplemente el comienzo de conocerme realmente, de ver el mundo de la manera que yo buscaba con pros y contras. Llevo poco tiempo, pero con tan sólo dos semanas me bastó para decidir que esto era lo que yo quería, que iba en el camino correcto. Por más pruebas que llegaron, las salté y aquí sigo. Cada cuál desde fuera lo verá con su propia perspectiva. Yo simplemente tenía mis motivos y me lancé. Soy feliz.

 No me esperes XXXXX. No vas a ser como antes en mucho tiempo y cuando lo seas no estoy segura de que quiera volver.

a veces media Verónica a veces Verónica y media…

Hoy me he levantado gamberra.

Abro los ojos. 09.10 am. Que le den al mundo. Sigo durmiendo. Abro un ojo porque he pensado algo: vaso de leche y a la cama con mas satisfacción. Escucho el móvil. Es el despertador. 11.10 am. Busco en el armario mi chandal gris de Foot Locker. Me miro en el espejo. Me recojo los rizos bien alto. Cara despejada. Café rápido. A la calle. Buenos días chicos de la obra, soy yo la vecina, ¿no os habíais dado cuenta?. Cuando paso por ese callejón lleno de pintadas me viene una frase a la mente. Busco las cámaras de seguridad. ¡Pero que gamberra me he levantado hoy! Plan del día: hacer un pastel y comérmelo. ¿El resto de las horas?. No quiero pensar hoy. Los niños en el parque me miran distinto. Me encanta levantarme gamberra. ¿Y mañana? No lo sé, llevo en mi alma una actriz…

Ciertas noches

Maquillaje, tacones, prisas, trenes y buses.

El viento se revela. Nunca lo había visto así.

Situaciones nuevas, nuevas caras, amigos, tú.

Me encanta bailar, lo necesitaba, gracias.

Taxis y conversaciones con taxistas.

Despertar sin prisa, en una cama enorme, con calor y afuera hace frío.

Tener la suerte de ver que estas cosas no se eligen, simplemente suceden.

Ahora mas que nunca vivo el hoy, sin olvidar el ayer y mirando de reojo el mañana.

Me desperté sedienta de encontrar mi alma.

Sentada en la marea baja de esta costa, admirando la naturaleza y sientiéndome parte de ella.

Respiro pureza. Mis ojos miran a lo más lejos que llega mi vista y todo es tan mágico…

Me alegro de haber seguido mi temprano instinto. Mochila abierta: guantes, termo, llaves, agua, algo para escribir y poco mas.

He despertado sedienta de encontrar mi alma. Esta soledad me invade aquí, sentada en una roca, y me reconforta.

Veo en las cuencas de las piedras como refleja el agua que hay dentro.

Unos pájaros andan en medio del fango. Los escucho… si estuviese aquí mi padre diría: Verónica esos pájaron son tal clase, tienen las plumas así y comen de tal manera; si estuviese aquí mi madre diría: Verónica, cierra los ojos y respira lento y profundo; si estuviese aquí mi amiga de la infancia plasmaría todo esto como sólo ella sabe hacer con su cámara, incluso con este Sol cegador y yo disfrutaría de verla fotografiar con pasión; y si estuviese aquí mi amiga de mis momentos mágicos seguramente haría pucheritos pensando lo bonito que es esto y hablaríamos de temas trascendentales.

Estoy aquí para estar sola, para pensar en mi y no puedo. No me siento sola.

Terminaré mi café, guardaré mis cosas en la mochila y volveré a casa pensando en la hora mejor aprovechada del día.

Quizás mi alma esté allí; por eso no la encuentro ahora y no me siento sola.

Piel

-Prométeme una cosa.

-Dime.

-Que no te enfadarás si no reacciono al verte.

-Vale.

Bajo las escalera y viene a mi mente la última vez que anduve por allí. Alguien me ayudó con mi maleta, resultó ser un chico del norte que mas tarde encontré en el super.

Sentía latir el corazón. Tanto tiempo esperando el momento que nunca quise imaginar como sería.

Miro a todos lados, ando deprisa, un bolso demasiado pesado, para no perder costumbres femeninas, y dos bolsas mas cargadas de regalos.

Ahí estás. Sonriendo. Con tu gorro. En un rincón esperando. Corrí, pasé la puerta, llegué a la entrada de la estación y desapareciste. Miré a  mi alrededor, no podía  creerlo, sólo habían pasado dos segundo que te había perdido de vista y habías desaparecido. Me atrapas con tus brazos por la espalda, giro y nos abrazamos. Nunca olvidaré ese abrazo. Sentirte querida y protegida en tan sólo una décima de segundo. No sé el tiempo que estuvimos así. No importa. Nos miramos. Ojos brillantes que hablaban por si solos. A veces las palabras sobran.

-Hay diferentes historias acerca de la letra de esta canción.

-¿Las sabes?

-No las recuerdo bien, sólo que empecé a escucharla en la radio cuando tenía 17 años y me sigue encantando.

-Es un clásico.

Y tropezamos varias veces con la canción durante dos días seguidos. Todo tiene un porqué, todo tiene sentido, todo sucede por algo, tu y yo lo sabemos. Todavía no, pero algún día encontraremos el motivo.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Dispara.

-¿Eres feliz?

-Muy muy feliz.

No pude contestar nada, tan sólo sonreí.